Pensé que sabía lo que quería hasta que lo conseguí.
Me gradué de mi maestría, conseguí un trabajo cómodo en reclutamiento y estaba «asegurado para toda la vida».
Sin embargo, a pesar del buen salario y el potencial de carrera, algo no parecía estar bien.
Aún tenía mucho más que ofrecer… Me sentía prisionero.
«Cuando algunos sistemas están atrapados en un punto muerto peligroso, solo el azar puede desbloquearlos y liberarlos»
Nassim Nicholas Taleb (2012). “Antifrágil: Las cosas que se benefician del desorden”, p.102, Random House
Todos tenemos ese libro que nos ha cambiado profundamente. Después de leerlo, vemos la vida desde una perspectiva completamente diferente.
Recuerdo haber leído la cita que ves arriba mientras aún trabajaba en mi empleo de reclutamiento.
Fue entonces cuando todo finalmente encajó.
¿Qué hice? Agregué azar a mi vida… renuncié y decidí seguir un camino radicalmente nuevo.
Y eso, en pocas palabras, sienta las bases de lo que ha sido mi historia.
Llena de pruebas y errores…
De intentos que se toparon con puntos muertos…
De puntos muertos vencidos por nuevos intentos aleatorios…
